Sunday, July 15, 2007

CAPITALISMO BUENO Y MALO

REFLEXIONES LIBERTARIAS
CAPITALISMO BUENO Y MALO
Ricardo Valenzuela

Santa Fe, N.M. - MARSOUND, LLC anuncia el siguiente episodio de su serie; “tendamos puentes no murallas.” En interesante entrevista con Emilio Goicoechea, embajador mexicano en Canadá, discute el desarrollo económico, inmigración, el crecimiento de Norteamérica y será dada a conocer vía Internet esta semana para luego pasar a la interesante cita que hemos tenido con mi gran amigo y mejor economista, Roberto Salinas León.

Otras entrevistas incluyen a personal asignado a la presidencia de los E.E.U.U. en las administraciones de Clinton, Reagan y Bush, expertos mundiales en migración, gobernadores de estados fronterizos, representantes de México en las negociaciones de NAFTA, el vicecónsul de México en Arizona, economistas de prestigio mundial y líderes políticos de ambos países.

Eugenio Elorduy, gobernador de Baja California, afirma con entusiasmo: "Necesitamos educar al mundo en cuanto a las oportunidades que ofrece la frontera. MARSOUND ha iniciado este proceso de una manera única y de gran alcance. Creo que éste podría ser el milagro económico de los próximos 10 años!"

La semana pasada, en la conferencia de promoción para la competitividad efectuada en Hermosillo, Carlos Slim, ya el hombre mas rico del mundo, sorprendía elaborando aun más el concepto al afirmar se debería de trabajar sobre un Plan Maestro para el desarrollo integral de toda la zona fronteriza, la que el describe con un potencial infinito. El PIB de los estados de zona fronteriza de los EU sumado con los de México, convertirían a la región en la segunda economía del mundo, cerraba Slim su charla.

En discusiones privadas Slim, realmente entusiasmado, continuaba cincelando una interesante visión en la cual, estas entidades tuvieran una especial autonomía que los pudiera llevar a convertir la región en una primera avanzada para una zona libre estilo Hong Kong, Qatar, Dubai en los cuales, sus sistemas impositivos, entre otras cosas, se han convertido en el motor de su impresionante desarrollo.

Es interesante escuchar al hombre que representa el mal capitalismo mexicano en toda su expresión y, más impactante, al gran enemigo de la competencia, en una reunión de competitividad el abogar por algo similar a una zona libre fronteriza que la caracterice por todo lo contrario. Es decir, una zona en la cual prive los mercados y el buen capitalismo que tan bien define Carlos Alberto Montaner cuando escribe comentando el nuevo libro: “Capitalismo Bueno y Capitalismo Malo.”

“No es serio firmar compromisos solemnes, como la Carta Democrática, y luego ignorar olímpicamente lo que está sucediendo en Venezuela, Bolivia o Ecuador donde las instituciones republicanas, frágil sustento del Estado de derecho, están siendo sistemáticamente demolidas desde el poder.

¿Cómo pudiera el señor Insulza ganarse honradamente el pan al frente de una OEA modesta, pero razonablemente útil?

Podría convocar a los presidentes de América Latina para debatir el gran tema moral, político y económico que sacude a toda la región desde el Río Grande a la Patagonia: ¿por qué los latinoamericanos constituyen el segmento más pobre y atrasado de Occidente? ¿Por qué la mitad de la población latinoamericana vive en la miseria? ¿Por qué el capitalismo latinoamericano ha dado tan pobres resultados si se contrasta, por ejemplo, con el éxito de los países escandinavos o con Canadá y Estados Unidos, las otras dos expresiones europeas del otro lado del Atlántico?”

Pero a Carlos Alberto le llegaba de inmediato respuesta de uno de los nuevos idiotas latinoamericanos, en carta que le dirige el Presidente de Ecuador para llamarlo “apóstata.”

Pero todas esas preguntas ya fueron respondidas en un excelente libro, Good Capitalism/Bad Capitalism, escrito por los economistas William J. Baumol, Robert E. Litan y Carl J. Schramm. El título agrega algo más para explicar de qué se trata: "la economía del crecimiento y la prosperidad". Y la tesis es sencilla de entender: el hecho de que existan propiedad privada y mercado no necesariamente genera desarrollo. En Haití y en Holanda hay mercado y propiedad privada, pero en un país la gente se muere de hambre y en el otro las preocupaciones son la obesidad y la longevidad excesiva.

De acuerdo a los autores hay cuatro capitalismos: 1) El guiado por el Estado donde los funcionarios escogen a ganadores o a los desdichados perdedores; 2) El capitalismo oligárquico, donde un pequeño grupo de gentes adineradas pone el Estado a su servicio y convierte la actividad económica en un coto cerrado para su beneficio; 3) El capitalismo de las grandes empresas, donde el poder de los gigantes económicos hace girar la organización de la sociedad en provecho de sus ubicuos intereses.

Por último- 4) El capitalismo democrático, donde el Estado no asigna privilegios y se limita a crear las condiciones para el surgimiento de empresas que deben sustentarse en mercados abiertos y competitivos, gobernados por la agónica búsqueda de innovaciones, calidad y mejores precios con los que conquistar a los consumidores.

Éste último es el "buen capitalismo" de que habla el libro, y aunque no existe en estado puro en ninguna parte, es evidente la relación entre este modelo de producción y el buen desempeño económico. De diversas maneras y grados, esto es lo que sucede en las veinte naciones más prósperas y desarrolladas del planeta. Los autores no prometen que el capitalismo empresarial traerá un mundo más justo y equitativo, e incluso defienden las virtudes de los desequilibrios como parte del impulso destructor que regenera constantemente al mercado, pero sí advierten que en las naciones que lo practican se observan menores desigualdades.

En realidad, Good Capitalism/Bad Capitalism no dice nada radicalmente nuevo, pero aporta algo muy importante al debate: una manera muy ordenada de presentar los argumentos, y lo hace sin recurrir a la jerga complicada de la economía. Es un libro para profanos. Por ejemplo, con tres o cuatro excepciones, especial para los presidentes latinoamericanos. Ojalá Insulza se anime a leerles el texto despacito y en voz alta. Se beneficiarían. Nunca es tarde para aprender un par de cosas.

Michael Orshan, ex Secretario de Ciencia y Tecnología de Nuevo México y cofundador de MARSAUND afirma: “Las políticas de inmigración reflejan la manera que las poblaciones deciden sobre cómo estructuran sus países. Los Estados Unidos están experimentando ese proceso y es lo que refleja en la frontera.”

Deseamos explicar la magnitud de cómo esas decisiones afectarán nuestro futuro en una zona ideal para establecer ese buen capitalismo, pues podemos y debemos hacer historia desterrando el fatal capitalismo mexicano basado en esteroides estatales, para establecer esa zona de libertad y prosperidad para todos.

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