REFLEXIONES LIBERTARIAS
EL NUEVO MUNDO DE GOOGLE
Ricardo Valenzuela
El año de 1997, James Dale Davison, hasta entonces un desconocido escritor, publicó una perturbadora obra titulada; El Individuo Soberano. Al principio, el explosivo contenido de su libro no fue notable puesto que, los tradicionales escépticos, simplemente los calificaron como una obra más de ciencia ficción para luego pasar a condenarlo a un estrepitoso fracaso.
Sin embargo, cuando un grupo de críticos pensantes y menos superficiales se percataran el autor era el mismo que años anteriores, en otra de sus obras, The Great Reckoning, con puntería de francotirador había anunciado multitud de acontecimientos que sucedieran tal como los pronosticara; Desde la caída de la bolsa en los años 80, la de Rusia, hasta la guerra en Yugueslavia, se dieron entonces a la tarea de afinar sus percepciones.
En este su tercer enunciado, Davison regresaba para, con ese futurismo que tanto incomoda, proceder con una nueva avalancha de preediciones las que, al igual que las contenidas en sus obras anteriores, provocaron se le calificara desde irresponsable demente, hasta el profeta de las negras expectativas racionales opacando las amenazas de Malthus.
Davison iniciaba su obra con una cita de Danny Hillis: “Se siente como si algo realmente grande está a punto de suceder: Las graficas nos muestran los crecimientos de la población, las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera. Millones de direcciones electrónicas, mega bites y giga bites representan dólares y otras monedas. Todo ello viajando hacia una desconocida dimensión: La singularidad, me parece, es el final de todo lo que conocemos. Luego, el inicio de algo que tal vez nunca lleguemos a entender.”
Son muchos los mensajes de la obra de Davison, pero los podemos resumir afirmando: La humanidad abandona su tercera etapa de la Revolución Industrial, para iniciar la cuarta y muy diferente. En la tercera etapa los avances tecnológicos permitieron a las sociedades liberarse de las cadenas impuestas por la religión y monarquías. La nueva Revolución del conocimiento, está destinada a liberarnos de otras diferentes reduciendo y transformando el concepto de nación—estado.
Este moderno Nostradamus, navegando en el desarrollo su obra acude a otra cita autoría de John Barlow, revelando así la medula de su mensaje: “El verdadero tema de hoy como siempre ha sido, es control. El Internet se ha convertido en un fenómeno con tentáculos tan largos y dispersos, que hace imposible su control para cualquier gobierno. Al estar creando una zona libre, antisoberana e imposible de regular, invita a cuestionar la propia idea de nación—estado.”
El día del lanzamiento del libro, por motivos inexplicables, una extraña fuerza me condujo desde mi hotel ubicado en Park Avenue de Nueva York, a la impresionante librería Borders sobre la famosa quinta avenida en donde se desarrollaba ese evento promocional. Ahí tuve la oportunidad de conocer a uno de los colaboradores en la obra, James Bennett, con quien inicié buena amistad que con el tiempo se ha fortalecido. Jim para mi ha sido algo similar a quien conduce un ciego por desconocidas avenidas.
A pesar de mi interacción con Jim y, especialmente, de la profunda impresión que me dejara la lectura de ese extraordinario libro, he tardado tiempo para detectar el novedoso fenómeno producto de la ola cibernética que cubre ya a la humanidad. Me di cuenta, y así lo anuncié, la forma en que Microsoft se convertía en elemento promotor de un cambio histórico en el estadio mundial. Claramente percibí la fuerza del Internet, y de la misma forma grité, era ya el verdadero mercado libre en esta etapa de la historia. Ello ha sucedido y navega sobre mar en calma
Sin embargo, en los últimos cinco años, iniciamos la penetración de un espeso bosque que muy pocas mentes adivinaron y, sobre todo, ya en lo profundo de la maraña de este tupido monte, son todavía muy pocas esas mentes alertas ante el evento: Una revolución en medio de otra en lo que yo he llamado, El Nuevo Mundo de Google. Ante sociedades completamente dormidas, Google se ha dedicado a revolucionar los mercados y está ya transformando las diferentes culturas del mundo. Ha sido tal el efecto social de su transitar, que opaca la increíble historia de un muy exitoso proyecto de negocios generando billones de dólares.
En 1999, Google era una más de la multitud de “maquinas de búsqueda” cabalgando por el Internet y contaba con sólo 30 empleados. En esos momentos ya coqueteaba con la posibilidad de colocar publicidad pagada aprovechando la avalancha de buscadores de información, sin embargo, se resistían a la posibilidad de “acorrientar” la empresa cuyo negocio básico era la información. Pero, además, en Marzo del 2000 explotaba la burbuja del NASDAQ y con ella los potenciales clientes que Google consideraba. Fue cuando decidieron probar un instrumento que bautizaran AdWord, para combinarlo con un portafolio de 60 millones de búsquedas diarias.
AdWord se confeccionó como un anuncio de publicidad muy sencillo, con la creativa novedad que el anunciante tiene que pagar un precio negociado, pero sólo cuando alguno de los navegantes de la red haga clic con su mause en el pequeño cuadro que lo conduce al sitio Web del anunciante. El proyecto fue bautizado como Pay per Clic, “pague cuando oprima.”
Después, Google lanza al mercado un nuevo producto: AdSense. Utilizando esta debutante idea, Google ofrece la oportunidad a quienes mantengan sitios de Web o blogs, de colocar en ellos determinados anuncios que, al igual que AdWord, solamente se pagan cuando alguien hace el famoso clic. De lo que genere ese clic, Google le da una participación, ya negociada, al dueño del sitio Web en el cual AdSense fue colocado. Si alguien quiere comprobarlo, entre a mi Web y solamente haga clic.
Ante el inesperado éxito de tal proyecto, Google encendía la mecha de la competencia cuando, Yahoo y Microsoft agresivamente se lanzan para lograr una porción del gigantesco pastel emergiendo del horno, y que en estos momentos representa más de 1 trillón de dólares anuales. Como consecuencia de esta avalancha, ha florecido un mercado paralelo de compra venta de Ads en lo que se asimila a un arbitrage financiero, y los ahora conocidos como brokers de tráfico cibernético.
Con un valor patrimonial, inclusive, sumamente difícil de estimar, Google y su poderosa base de datos de las intenciones de las sociedades, se está convirtiendo en el aparato cultural más poderoso de la historia. Pero no todo termina en ese punto, porque con Google estamos presenciando los inicios de la inteligencia artificial, cuyas consecuencias son inimaginables.
Sunday, March 18, 2007
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