El presidente venezolano se modera ante el escándalo de los ordenadores de Reyes y la pérdida de popularidad
A estas alturas, está fuera de orden un movimiento guerrillero armado". Lo dijo el domingo Hugo Chávez, mientras inauguraba una obra bautizada con el nombre del líder guerrillero venezolano José Chema Saher y mientras llamaba a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a liberar sin condiciones a sus rehenes. Hace sólo cinco meses, exigía "el estatus de beligerancia" para la guerrilla colombiana.Es el tercer paso atrás que da el presidente venezolano en sus políticas durante el último mes. Horas antes había admitido que la Ley de Inteligencia y Contrainteligencia que él mismo aprobó por decreto era inconstitucional. También había echado atrás la rebaja del precio de los billetes de autobús, que generó protestas entre los transportistas públicos, y el cobro a las emisoras privadas por reproducir imágenes del canal del Estado. Estos giros ocurren en plena etapa preelectoral en Venezuela y en medio del escándalo generado por los ordenadores incautados a Raúl Reyes, jefe de las FARC muerto en un ataque colombiano en Ecuador, que vinculan a Chávez con la guerrilla.
Elecciones regionales
Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, atribuye el golpe de timón a un cambio táctico ante las elecciones regionales de noviembre próximo. "El presidente aprendió que las decisiones impopulares son para él como la criptonita para Superman. Su capital político es hoy más débil y no quiere asumir riesgos. Perder las regionales, después de perder el referéndum constitucional, sería muy costoso para él". Según Datanálisis, la popularidad de Chávez ha bajado del 75% al 55% en un año. A esto se suma que el 70% de los venezolanos rechaza a las FARC, y que la oposición tiene posibilidad de ganar al menos 10 de las 22 gobernaciones en manos del oficialismo.
Para Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, Chávez "es el hombre del 'por ahora'. El 'por ahora' le llegó a las FARC. La sociedad civil saluda el llamamiento a liberar a los rehenes, pero tiene que ser implacable al exigir explicaciones sobre este cambio de posición".
Raúl Salazar, ex ministro de Defensa de Chávez, cree que las Fuerzas Armadas se llevan la peor parte. "Un día el presidente dice que no se debe atacar a la guerrilla y ahora dice que la guerrilla debe entregarse. En los cuarteles es bien sabido que orden y contraorden es igual a desorden".
En Colombia, el súbito cambio de discurso de Chávez respecto a las FARC ha sido recibido con absoluto escepticismo. "Está aterrado con las consecuencias que puede tener el contenido de los ordenadores de Reyes", dice un alto funcionario. Los documentos incautados abren la puerta a eventuales demandas o a la inclusión de Venezuela en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
El hecho de que, dos días antes del pronunciamiento de Chávez, un miembro del Ejército venezolano fuera detenido con munición destinada a la guerrilla le resta credibilidad a su mensaje. "Los contactos con las FARC se mantienen, pero ahora con más cuidado", dice el citado funcionario.
EE.UU.: Los candidatos colectivistas
por David Boaz
David Boaz es Vicepresidente Ejecutivo del Cato Institute.
Hace unas semanas Barack Obama instigó a los alumnos que estaban por graduarse de la Universidad Wesleyan de Connecticut a que se dedicaran al “servicio colectivo”. Este no es un tema fuera de lo común en los discursos de graduación. Pero fue interesante lo mucho que profundizó al discutir los diversos tipos de activismo sin fines de lucro, mientras que en ningún momento mencionó las virtudes del comercio o de los logros individuales.
Obama les dijo a los estudiantes que “nuestra salvación individual depende de la salvación colectiva”. Criticó a aquellos que quieren “tomar su diploma, salir de esta tarima e ir únicamente detrás de una casa grande y buenos trajes y todas las otras cosas que nuestra cultura del dinero dice que deberías comprar”.
Las personas a las que Obama está menospreciando son aquellos que construyeron Estados Unidos—los comerciantes y empresarios y manufactureros que nos dieron los trenes, aviones, casas, electrodomésticos, motores a vapor, electricidad, teléfonos, computadoras y Starbucks. Lo que está ignorando aquí es el trabajo que hacen muchos estadounidenses, el trabajo que nos da comida, ropa, un techo y cada vez más comodidades. Es la actitud que uno esperaría de un miembro del partido Demócrata.
O del candidato republicano de este año. John McCain también denuncia el “contentarse con uno mismo” e insiste que los estadounidenses sirvan “un propósito nacional que va más allá de nuestros intereses individuales”. Durante un debate del partido Republicano en la Biblioteca Reagan el 3 de mayo del 2007, McCain ridiculizó la capacidad de liderazgo de Mitt Romney, diciendo, “Yo…lideré por patriotismo, no por lucro”. Cuando se le cuestionó esta aseveración, el McCain argumentó que Romney “administraba empresas, y las compraba, y las vendía y a veces la gente perdía sus empleos. Esa es la naturaleza de ese negocio”. Perfectamente podría haber estado transmitiendo el mensaje de Barack Obama.
“Una causa más importante”, “el servicio comunitario”—para muchos de nosotros, estas frases delicadas suenan cálidas y reconfortantes. Pero su propósito es el de menospreciar y denigrar nuestras propias vidas, es el de criticar nuestra propia búsqueda de la felicidad. Sus conceptos son más apropiados para un país más colectivista que para uno que ha sido fundado sobre una revolución liberal—una revolución que pretendía defender nuestros derechos a “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
Pareciera que a McCain le gustaría vernos a todos enlistados en las fuerzas armadas. En un ensayo de la revista Washington Monthly publicado en octubre del 2001, su visión del servicio nacional sonaba militarista. Él escribió con entusiasmo acerca de programas cuyos participantes “no sólo se ponen uniformes y trabajan en equipos… sino que de hecho viven juntos en cuarteles que antes eran bases militares, y son asignados proyectos de servicios lejos de la base donde residen”, y “se reunirían para realizar ejercicios calisténicos diarios, muchas veces en lugares públicos, por ejemplo, al frente del municipio”.
Obama no nos enviaría a las fuerzas armadas. Él solo quiere nuestras almas. Como dijera su esposa Michelle en la Universidad de California el 3 de febrero, dos días antes de las elecciones primarias de California, “Barack Obama les pedirá que trabajen. Él demandará que dejen a un lado su cinismo… Que se exijan a ser mejores. Y a que se involucren. Barack nunca permitirá que vuelvan a sus vidas normales, sin involucrarse y sin informarse”.
Hay un tinte de hipocresía aquí. Obama, quien ganó $4,2 millones el año pasado y vive en una casa de $1,6 millones—y cuyos “trajes elegantes” y “corbatas impecables” lo hicieron uno de los “Hombres Mejor Vestidos en el Mundo” según la revista Esquire—menosprecia a los estudiantes universitarios que podrían querer “ir detrás de una casa grande y buenos trajes”. McCain, quien con su esposa ganó más de $6 millones el año pasado y quien tiene por lo menos siete casas, ridiculiza Romney por haber construido empresas.
Pero la hipocresía no es el asunto más importante. Éste es en realidad que Obama y McCain nos están diciendo a los estadounidenses que nuestras vidas normales no son lo suficientemente buenas, que buscar nuestra felicidad es “contentarse con uno mismo”, que construir una empresa es “seguir nuestra cultura del dinero”, que trabajar para proveer una mejor vida a nuestras familias es una “preocupación obtusa”.
Ellos están equivocados. Cada vida humana cuenta. Su vida cuenta. Usted tiene derecho a vivirla como usted así lo desee, de buscar su propia felicidad. Usted tiene derecho a derivar satisfacción de sus logros. Y si usted persigue al todopoderoso dólar, puede que descubra que está siendo conducido, como por una mano invisible, a hacer cosas que mejoran la vida de otros.
Redacción BBC Mundo |
El dólar está cayendo en todo el mundo. |
En medio del derrumbe global del dólar, el peso colombiano se ha distinguido por observar en lo que va del año la mayor revaluación en América Latina frente a la divisa estadounidense, y la quinta mayor en el mundo, informaron expertos.
El viernes, la divisa estadounidense cayó por debajo de la barrera sicológica de 1.700 pesos colombianos por dólar, al cotizarse a 1.694, un nivel que no se veía desde 1999.
La moneda colombiana se ha apreciada en más de 13% desde enero.
La noticia produce reacciones distintas en varias partes de la economía de ese país suramericano.
El gobierno podría sentir algo de alivio pues disminuye el costo del servicio de la deuda externa colombiana, generalmente denominada en pesos.
Pero se intensifica la ansiedad entre exportadores colombianos, pues al aumentar el valor de su moneda nacional, el precio de sus productos se encarece en Estados Unidos, un mercado crucial para sus ventas.
Y en cientos de miles de hogares colombianos, donde las remesas de familiares en el extranjero son elemento básico de la economía familiar, la preocupación se siente ahora que los dólares que envían a Colombia se traducen en menos pesos.
Bonanza de inversión
Alexander Cárdenas, jefe de investigaciones de la firma de bolsa colombiana Acciones y Valores, le dijo a BBC Mundo que el inusitado aumento en el precio del peso colombiano frente al dólar se debe principalmente a la creciente inversión extranjera directa para el sector petrolero y el aumento en las exportaciones, especialmente de hidrocarburos.
La apreciación de las monedas latinoamericanas reduce el valor de las remesas en dólares. |
"En términos de revaluación, para este año somos la quinta moneda de todo el mundo, y en América Latina somos la primera, superando casi por el doble la revaluación del real brasileño o el peso mexicano", afirmó Cárdenas.
El analista dijo que en el corto plazo, la continua entrada de inversión petrolera hace probable que siga la fortaleza del peso colombiano.
Sin embargo advirtió que la tendencia de revaluación podría ser negativa para el conjunto de la economía colombiana.
Si el fenómeno continúa, agregó, "aquí gana el importador y pierde el exportador...pero en el mediano plazo va a propiciar el cierre de muchas empresas, va terminar generando una perdida mayor de empleo,...en términos netos, la economía pierde".
Temen los exportadores
El sector industrial colombiano ha manifestado repetidamente su preocupación ante el fenómeno de la revaluación.
En un comunicado publicado en días recientes, el Consejo Gremial Nacional, la principal entidad gremial del sector empresarial de ese país advirtió que "La revaluación de la moneda causa un gran daño a importantes sectores del aparato productivo nacional, particularmente a los exportadores que no han visto amortiguado el fortalecimiento del peso con incrementos de los precios internacionales y a productores de bienes agrícolas, agroindustriales e industriales que compiten con productos importados. "
El Consejo Gremial pidió al gobierno colombiano la adopción de medidas para controlar la revaluación.
El pasado 30 de mayo, las autoridades colombianas impusieron nuevas restricciones a la inversión extranjera de corto plazo en Colombia, que buscan evitar la volatilidad en la entrada de divisas a ese país, y de esa manera ayudar a combatir los efectos negativos de la revaluación en ese país. Max Seitz BBC Mundo, Cono Sur |
Negros y los mulatos superarán numéricamente a los blancos, dice el IPEA. |
Brasil, país que abolió la esclavitud hace 120 años, tendrá mayoría de población mulata y negra hacia fines de 2008, según un estudio del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA).
Esta proyección demográfica está basada en datos oficiales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
Según el IPEA, un centro de investigación ligado al ministerio de Planificación, hace tres décadas los blancos representaban el 57% de la población, los negros y mulatos el 40% y los amarillos e indígenas menos del 3%.
Desde entonces la cifra de blancos ha caído al 49,7%, la de negros y mulatos ha trepado al 49,5% y la de amarillos e indígenas se ha reducido a menos del 1%.
El IPEA estima que, a fines de este año, los negros y los mulatos superarán numéricamente a los blancos por una mínima diferencia dentro del total de 185 millones de habitantes que en la actualidad posee Brasil.
Razones
"Este crecimiento es impulsado un por marcado incremento de la población mulata, no tanto de la negra", explicó a BBC Mundo el historiador y politólogo Marco Antonio Villa, de la Universidad Federal de San Carlos, en Sao Paulo.
Los mulatos se han beneficiado de los programas sociales y de mejores índices de salud y alimentación, lo que explica en parte su expansión Marco Antonio Villa, Universidad Federal de San Carlos |
"Los mulatos se han beneficiado de los programas sociales y de mejores índices de salud y alimentación, lo que explica en parte su expansión".
Por todo esto, Villa advirtió que la proyección del IPEA no debe dar la falsa impresión de que Brasil será una nación de mayoría negra.
"Nuestro país ha sido tradicionalmente mestizo. Los negros siguen siendo un grupo minoritario, que hoy representa el 10% del total de brasileños", puntualizó.
Según el académico de la Universidad de San Carlos, es necesario esperar los resultados del censo que se realizará en Brasil en 2010 para confirmar si, para fines de este año, los mulatos y los negros habrán superado numéricamente a los blancos.
Víctimas de la desigualdad
En su estudio, el IPEA advierte que estos grupos demográficos en crecimiento continúan siendo víctimas de la desigualdad en el acceso a bienes, servicios y derechos fundamentales como la educación y el empleo.
Brasil ha sido tradicionalmente un país mestizo |
Al respecto, Villa comentó a BBC Mundo: "Es innegable que ha habido algunas mejoras en la educación y en el trabajo, pero la discriminación sigue siendo un gran obstáculo para el desarrollo de los negros brasileños".
El documento del IPEA da sustento a quienes promueven políticas de cuotas raciales.
Las medidas universales no son suficientes para resolver los problemas vinculados con la raza. Históricamente, Brasil no ha invertido dinero público en la población negra Mario Lisboa Teodoro, IPEA |
Se suele decir que el país más grande y poblado de América Latina se construyó sobre la espalda de cuatro millones de esclavos: hombres, mujeres y niños que fueron traídos de África.
Hoy, las zonas de Brasil con mayor presencia de negros son las mismas donde el trabajo forzado fue más intenso: Maranhao, el Nordeste, Minas Gerais, Bahía y algunas áreas del sudeste.
Recogida de beneficios: el dólar descansa y el euro respira
Todo un coro de voces para recuperar al dólar dirigido por el presidente de la Reserva Federal de Estados unidos, Ben Bernanke. Está claro que la intervención verbal es la nueva práctica de los bancos centrales. Pero hoy nada puede con la recogida de beneficios en el mercado de divisas, después de que el dólar acumulase el lunes y el martes su mayor subida en dos días desde 2005. Siga aquí el cambio euro/dólar.
El billete verde se revalorizó un 2% el 9 y el 10 de junio. No es de extrañar, ya que a las iniciales declaraciones de Bernanke para mostrar su preocupación por la inflación, se han unido las de Henry Paulson (secretario del Tesoro), Richard Fisher (presidente de la Fed de Dallas) y George W. Bush para impulsar al dólar
Las declaraciones de Fisher han sido las más contundentes contundentes: "queremos que el mensaje quede claro, no vamos a tolerar que las expectativas de inflación sigan creciendo ni tampoco a un dólar débil, retroalimenta el círculo vicioso que ya todos conocemos".
Pero hoy tocaba toma de beneficios y el euro (EURUSD ) sube en torno a un 0,6% en una sesión en la que se ha movido entre un máximo de 1,5562 dólares y un mínimo de 1,5455. La divisa comunitaria, en su cruce frente a la moneda norteamericana, "ha marcado dos velas diarias bajistas consecutivas muy similares a las dos velas alcistas de finales de la semana pasada", destacan los analistas de X-Trade Brokers.
"El movimiento lateral continua con alta volatilidad y parece estar acotando la banda de fluctuación entre 1,5362 y 1,5820 aproximadamente. De momento el par tiene todo el aspecto de rebote si miramos el gráfico de cuatro horas", explican.
Para Shaun Osborne, estratega de divisas de TD Securities en Toronto, "el euro ha caído de forma muy fuerte", por lo que cree que en estos momentos "requiere un tramo para consolidar niveles, y esto le dará un respiro".
Para hoy, la cita de mayor interés será la publicación del libro Beige de la Fed en EEUU a las 20.00 horas en España.
Deutsche Bank presiona a la baja el precio de los inmuebles en Manhattan: venderá tres rascacielos con descuentos de hasta el 30%
Deutsche Bank podría aumentar la presión sobre el precio de los inmuebles en Manhattan de concretarse los acuerdos para la venta de tres rascacielos en el exclusivo distrito neoyorquino con descuentos de entre el 20% al 30% respecto al precio alque fueron adquiridos hace un año, según informa el diario 'The Wall Street Journal', que cita a fuentes conocedoras de la situación.
El periódico señala que que los edificios en cuestión forman parte de la cartera de siete inmuebles recuperados por la entidad del promotor neoyorquino Harry Macklowe.
En concreto, el rotativo señala que Shorenstein Properties ha firmado un acuerdo para adquirir una participación del 93% en el edificio Park Avenue Tower y en el inmueble 850 Third Avenue por unos 930 millones de dólares, mientras que Paramount Group negocia la compra por unos 1.450 millones de dólares del edificio de oficinas 1301 Sixth Avenue.
El promotor inmobiliario Macklowe suscribió un crédito de 7.000 millones de dólares para comprar siete edificios de oficinas en Nueva York justo en la cima del 'boom' inmobiliario del sector en febrero de 2007.
Deutsche Bank se hizo con con la cartera de inmuebles a comienzos del presente ejercicio después de que el prmotor no hubiera satisfecho los pagos del crédito.
Wall Street baja un 1,68% tras el 'libro beige' de la Reserva Federal y alza del crudo
La Bolsa de Nueva York cerró hoy con una caída del 1,68 por ciento en el índice Dow Jones de Industriales, tras la divulgación del 'libro beige' de la Reserva Federal y el alza del precio del petróleo de Texas.
Según los datos disponibles al cierre, el Dow Jones (DJI.NY ) de Industriales, el más importante de Wall Street, bajó 205,99 puntos para terminar la sesión en 12.083,77 unidades, tras el cierre de 27 de los 30 valores que lo componen en rojo.
Las acciones de Alcoa (AA.NY )lideraron las caídas de este índice al retroceder un 8,19 por ciento, después de JP Morgan rebajara la recomendación de compra de los títulos del gigante del aluminio.
La fuerte caída de las acciones de las financieras también lastró este índice: Los títulos de American Express bajaron un 4,08 por ciento, los de Bank of America (BAC.NY ) un 2,5 por ciento, los de Citigroup (C.NY )un 5,73 por ciento y los de JP Morgan Chase (JPM.NY ) un 3,08 por ciento.
El mercado Nasdaq (NDX100.NQ ), donde cotiza gran parte de las empresas de tecnología e internet, retrocedió 54,93 puntos (2,24 por ciento) hasta las 2.394,01 unidades, tras la bajada de las acciones de Microsoft (MSFT.NQ )(2,76 por ciento), Apple (AAPL.NQ )(2,6 por ciento), Google (GOOG.NQ )(1,62 por ciento) y Yahoo (YHOO.NQ )(0,95 por ciento).
La economía se debilita
El selectivo S&P 500, que mide el rendimiento de las 500 principales empresas que cotizan en Nueva York, perdió 22,84 puntos (1,69 por ciento), hasta 1.335,49 unidades.
El NYSE, que agrupa a todos los valores del mercado, bajó 125,83 puntos (1,39 por ciento) para situarse en 8.941,27 unidades, tras la divulgación del informe de la Reserva Federal conocido como 'libro beige', que sintetiza la evaluación de sus bancos regionales sobre la situación económica en sus respectivas áreas territoriales.
El banco central estadounidense informó de que la economía de gran parte de EEUU se debilitó a finales de abril y en mayo, por la ralentización del consumo tras la subida de los precios del crudo y los alimentos, y el endurecimiento del crédito.
Wall Street no quitó ojo al precio del barril de crudo de Texas, de referencia en Estados Unidos, que subió más de cinco dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) para cerrar a 136,38 dólares, después de que el Departamento de Energía informara de que las reservas de crudo en Estados Unidos bajaron la semana pasada más de lo esperado.
Los inversores se mostraron preocupados por la repercusión de los altos precios del petróleo en la inflación, en los resultados empresariales y en los bolsillos de los consumidores estadounidenses.
El alza del petróleo
El alza del petróleo se vio reflejado en la fuerte caída de los títulos de las aerolíneas: las acciones de AMR, empresa matriz de American Airlines, bajaron un 9,36 por ciento, las de Delta un 9,61 por ciento, las de Continental (CON.XE )un 11,1 por ciento, las de United un 12,48 por ciento y las de US Airways un 16,14 por ciento.
También descendieron un 13,64 por ciento las acciones del banco de inversión Lehman (LEH.NY )Brothers, después de que el diario Financial Times publicara que podría necesitar una nueva inyección de capital.
Los títulos de Staples subieron un 5,31 por ciento hasta los 24,38 dólares tras llegar a un acuerdo para comprar por 2.650 millones de dólares la holandesa Corporate Express, lo que creará la mayor cadena de tiendas de artículos de oficina del mundo.
La Bolsa de Nueva York movió 1.384 millones de acciones frente a los 2.096 millones de títulos del Nasdaq (NDX100.NQ ).
En el mercado secundario de la deuda, las obligaciones a diez años subieron y ofrecían una rentabilidad, que se mueve en sentido contrario, del 4,07 por ciento, frente al 4,11 por ciento del cierre del martes.
Change We Can Believe In Is All Around Us
By BRIAN WESBURYRarely do senators become president, but in less than five months either John McCain or Barack Obama will become the 44th president of the United States. That's change, and that's interesting.
It's also what everyone seems to want – change. Sen. Obama promises to provide "Change We Can Believe In." Sen. McCain suggests that "the choice is between the right change and the wrong change." If it's the war that is the focus of all this talk about change, well, that's understandable, and maybe people really do want change. But if it's the economy, it's hard to imagine that change could happen any faster.
AP |
Sens. John McCain and Barack Obama in January 2007. |
In fact, the U.S. economy (really, the global economy) is transforming at an absolutely astounding rate. We're living in Internet Time, where policies and their consequences travel the world at the speed of light. The normal human reaction to such a rapid pace of change is to be overwhelmed, stressed out, anxious and fearful. As a result, it is probably true that when voters listen to talk about change, what they really hear are promises of "no change," which would be a huge difference from the status quo. They just want things "the way they were."
Look at the chart nearby. America's manufacturing output, as measured by the Federal Reserve, is up seven-fold since 1950, but manufacturing jobs as a share of all jobs have fallen to 10% from 30%. Your grandfather and father may have worked for General Motors (and joined the UAW), but it's likely that you don't and won't.
The problem, if it really is one, is not foreign competition or evil financiers. It is technology and productivity. In the 10 years ending in 2007, durable goods manufacturing productivity averaged an annual growth rate of 4.8%. In other words, if real growth is less than 4.8%, the sector needs fewer workers year after year.
For the economy as a whole, overall U.S. business productivity rose 2.7% at an average annual rate during the decade ending in 2007, 1.7% in the decade ending in 1997 and 1.4% in the 10 years through 1987. Change is everywhere, and it's accelerating.
This has happened before – in the Industrial Revolution – where the political environment bred America's first real populists, people like William Jennings Bryan and Theodore Roosevelt. Bryan was perhaps the best orator of American political history, and like Mr. Obama, he could affect people emotionally. Roosevelt, like Mr. McCain today, was a true American hero and one tough guy. History may not be exactly repetitive, but it sure seems to move to similar rhythms.
Unfortunately for the American economy, the populist movement of the late 19th and early 20th centuries led to a rapid growth in government intrusion into business activity. The populists didn't like the gold standard and demanded more government regulation.
In 1913, the Federal Reserve System was created and the income tax was introduced to pay for a growing government. And then, during the Great Depression – which was caused by the new Fed, trade protectionism and tax rate increases – a massive expansion in government took place. Forty years later, in the malaise of the late 1970s and early 1980s, the U.S. finally figured out what it was doing wrong. By returning to hard money under Paul Volcker, and lower taxes and less regulation under Ronald Reagan, the high-tech leg of the Industrial Revolution began.
The fruits of this are plain to see. Rather than watching the sun set on the U.S., as many believed would happen in the early 1980s, the U.S. has experienced one of the greatest booms in wealth creation in world history. And the impact of our technological innovation has helped lift untold numbers out of poverty.
This technology has created massive amounts of change. Like the Industrial Revolution before it, the current transformation is anything but pain-free. It's what Joseph Schumpeter called creative destruction. Google, Craigslist and Microsoft have been prospering. General Motors, United Airlines and the New York Times have not. In the midst of layoffs in the newsroom, it's hard to see anything good happening in the rest of the economy.
Yes, there are serious problems in the housing market, and yes, oil prices are at all-time highs, even after adjusting for inflation. As a result, it feels like things are getting worse rapidly. But the subprime mess will end up costing much less in real terms than the savings-and-loan crisis. Americans are spending about 7% of their total budget on energy, roughly the same as in 1970 and well below the peak of 9% in 1981. Once the Fed starts to lift rates again, oil prices should drop.
Americans have had it so good, for so long, that they seem to have forgotten what government's heavy hand does to living standards and economic growth. But the same technological innovation that is causing all this dislocation and anxiety has also created an information network that is as near to real-time as the world has ever experienced.
For example, President Bush put steel tariffs in place in March 2002. Less than two years later, in December 2003, he rescinded them. This is something most politicians don't do. But because the tariffs caused such a sharp rise in the price of steel, small and mid-size businesses complained loudly. The unintended consequences became visible to most Americans very quickly.
Decades ago the feedback mechanism was slow. The unintended consequences of the New Deal took too long to show up in the economy. As a result, by the time the pain was publicized, the connection to misguided government policy could not be made. Today, in the midst of Internet Time, this is no longer a problem. So, despite protestations from staff at the White House, most people understand that food riots in foreign lands and higher prices at U.S. grocery stores are linked to ethanol subsidies in the U.S., which have sent shock waves through the global system.
This is the good news. Policy mistakes will be ferreted out very quickly. As a result, any politician who attempts to change things will be blamed for the unintended consequences right away.
Both Mr. McCain and Mr. Obama view the world from a legislative perspective. Like the populists before them, they seem to believe that government can fix problems in the economy. They seem to believe that what the world needs is a change in the way government attacks problems and fixes the anxiety of voters. This command-and-control approach, however, forces a misallocation of resources. And in Internet Time this will become visible in almost real-time, creating real political pain for the new president.
In contrast to what some people seem to believe, having the government take over the health-care system is not change. It's just a culmination of previous moves by government. And the areas with the worst problems today are areas that have the most government interference – education, health care and energy.
The best course of action is to allow a free-market economy to reallocate resources to the place of highest returns. In the midst of all the natural change, the last thing the U.S. economy needs is more government involvement, whether it's called change or not.
Mr. Wesbury is chief economist for First Trust Portfolios, L.P.
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